Con "Desiderio desideravi", la Carta Apostólica al Pueblo de Dios, Francisco invita a superar tanto el esteticismo que solo se complace en la formalidad exterior como la dejadez en las liturgias: "Una celebración que no evangeliza no es auténtica".
Con "Desiderio desideravi", la Carta Apostólica al Pueblo de Dios, Francisco invita a superar tanto el esteticismo que solo se complace en la formalidad exterior como la dejadez en las liturgias: "Una celebración que no evangeliza no es auténtica".