Apenas llegó el Papa a la Nunciatura Apostólica, tuvo un encuentro con un grupo de 40 hombres, mujeres, ancianos y niños asistidos y acompañados por las hermanas dominicas, el Servicio Jesuita a Refugiados y la Comunidad de Sant'Egidio. Escuchó sus testimonios, entre ellos el de una familia de refugiados de Sri Lanka y un refugiado rohingya.