Beijing contra los usuarios chinos que siguen a disidentes en el extranjero en las redes sociales


John Ai


(ZENIT Noticias – Asia News / Beijing, 29.02.2024).- Los disidentes chinos en el extranjero con un gran número de seguidores en las redes sociales están perdiendo sus adeptos. En vista de la próxima sesión de la Asamblea Popular Nacional de China, las fuerzas del orden de Beijing están rastreando e identificando a los usuarios que siguen a los refugiados en el extranjero en las redes sociales. La noticia se difundió en la web tras una filtración de datos por parte de una empresa de seguridad estrechamente vinculada a las autoridades chinas.


Li Ying, un artista chino que vive en Italia y es conocido como Teacher Li en X (Twitter), advirtió en un post que la policía está persiguiendo a sus seguidores y les aconsejó que lo dejaran de seguir para evitar problemas. Li Ying ganó cierta notoriedad a fines de 2022 cuando comenzó a difundir información sobre las protestas contra el bloqueo que se estaban produciendo en China, y continúa publicando noticias sobre eventos y manifestaciones que ocurren en todo el país.


Tras el anuncio, sus seguidores pasaron de 1,6 millones a 1,4. Según él mismo publicó, algunos de sus seguidores fueron citados por la policía pero liberados poco después. Li también aconsejó a sus seguidores que evitaran usar dispositivos Huawei y eligieran para sus perfiles en plataformas internacionales una imagen y un nombre de usuario diferentes a los que utilizan en las redes sociales chinas.


Facebook, X y YouTube están bloqueados en China, pero se puede acceder a ellos gracias a una VPN, una tecnología que sirve para eludir el firewall chino y acceder a servicios de Internet extranjeros. Es difícil calcular cuántas personas en China han descargado una VPN, pero lo cierto es que las autoridades chinas han apuntado a personas y empresas que las utilizan, especialmente antes de que comience a sesionar la Asamblea, que todos los años provoca un aumento de la censura en Internet.


Las preocupaciones en este sentido comenzaron tras la difusión de una serie de documentos provenientes de una empresa de ciberseguridad (aunque sería mejor decir de piratería informática) llamada I-Soon, con sede en Shanghai y sucursales en Beijing y las provincias de Sichuan, Jiangsu y Zhejiang. En su sitio web, que fue cerrado después de la filtración, la empresa afirmaba tener estrechos vínculos con los departamentos de seguridad y los servicios militares del gobierno chino. Supuestamente un empleado descontento de la empresa filtró cientos de páginas de contratos, salarios de empleados e historial de chat interno.


Los documentos – analizados por expertos en ciberseguridad de todo el mundo – revelan que los piratas informáticos, contratados por el gobierno chino, tenían la tarea de centrarse en gobiernos extranjeros, institutos de investigación, proveedores de servicios de telecomunicaciones, disidentes, uigures en el extranjero e incluso competidores en el sector de la seguridad informática. I-Soon ha penetrado en oficinas gubernamentales de varios países, como la India, Tailandia, Vietnam y Corea del Sur, por nombrar algunos. Según los datos filtrados, la paga por acceder a los sistemas informáticos de un ministerio de Vietnam asciende a 55.000 dólares.


También se reveló que I-Soon tiene la tecnología necesaria para acceder a cuentas de correo electrónico de Outlook y obtener la lista de contactos, también es capaz de ver los datos de geolocalización de los iPhones y conocer la dirección de correo electrónico y el número de teléfono de los usuarios X, lo que resulta útil para que la policía china pueda rastrear e identificar a los ciudadanos. Pero eso no es todo: entre los servicios que ofrece está la posibilidad de tomar el control del ordenador de una persona de forma remota. En los últimos años, varias personas se han visto obligadas a eliminar publicaciones que criticaban a las autoridades. De hecho, subcontratar la ciberseguridad a los piratas informáticos está demostrando ser más eficaz que el espionaje del Estado, sobre todo cuando se trata de objetivos comerciales. Según analistas de la organización SentinelLabs, «la filtración de datos proporciona algunos de los detalles más concretos vistos públicamente hasta ahora, revelando la naturaleza madura del ecosistema de ciberespionaje chino».


Por su parte el Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha negado que el gobierno tuviera alguna relación con I-Soon y sus actividades de piratería informática, y ha iniciado una investigación sobre la filtración de información. Sin embargo, el lunes, en un documento oficial, el Ministerio de Industria y Tecnologia pidió que se creara un sistema de protección de datos. Pero no de los ciudadanos: la nota afirma que es necesario centrarse en proteger a las empresas que desarrollan tecnologías clave para la seguridad nacional y la seguridad de las cadenas de suministro.


(con la colaboración de Angeline Tan)


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