El último de la lista de nuevos cardenales es el padre Luis Dri, de 96 años, un fraile capuchino que lleva años confesando en el santuario de Nuestra Señora de Pompeya, en Buenos Aires. Por las tardes solía pedir perdón ante el Sagrario por las numerosas absoluciones, diciendo: "¡Fuiste tú quien me dio el mal ejemplo!".