(ZENIT Noticias / Washington, 05.04.2024).- El presidente Joe Biden, bautizado católicp, generó controversia al emitir una proclamación el Viernes Santo anunciando que designaría el domingo de Resurrección como un día importante en la vida estadounidense, pero no para conmemorar la muerte de Jesús en la cruz y su posterior resurrección, como lo hacen los cristianos, sino para celebrar el «Día de la Visibilidad Transgénero».
La decisión de Biden de elegir el Viernes Santo para esta proclamación no pasó desapercibida, ya que muchos se sorprendieron al ver que el presidente no mencionó ni el Viernes Santo ni el Domingo de Pascua en su declaración, prefiriendo destacar la visibilidad y los derechos de las personas transgénero en lugar de conmemorar un evento central en el cristianismo.
En su proclamación, Biden afirmó que los estadounidenses transgénero son parte integral de la sociedad y merecen los mismos derechos y libertades que cualquier otro ciudadano. Sin embargo, algunos críticos señalaron que esta afirmación contradice la libertad de expresión y religión de quienes se oponen a la ideología de género.
La proclamación de Biden también condenó a aquellos que se oponen a la ortodoxia de su nueva religión estatal, calificando los esfuerzos para proteger a los niños de la influencia de esta ideología como «odiosos». Esta postura ha sido fuertemente criticada por republicanos y líderes religiosos, quienes consideran que Biden está promoviendo una agenda divisiva que socava los valores tradicionales.
La Casa Blanca ha intentado defender la proclamación, argumentando que el Domingo de Pascua coincidió con el Día de la Visibilidad Transgénero y que Biden celebra ambos eventos simultáneamente. Sin embargo, esta explicación no ha convencido a todos, especialmente después de que Biden negara haber marcado el Domingo de Pascua como el Día de la Visibilidad Transgénero en una declaración posterior a los medios.
La decisión de Biden de emitir esta proclamación en el Viernes Santo, junto con su falta de reconocimiento explícito de la importancia de la Pascua en su declaración, ha avivado las llamas de la controversia y ha destacado la tensión entre la ortodoxia transgénero y el cristianismo tradicional en Estados Unidos.
En última instancia, la proclamación de Biden resalta cómo la agenda política y la ideología de género están cada vez más entrelazadas en la esfera pública, lo que genera divisiones y tensiones en la sociedad estadounidense. Mientras tanto, los líderes religiosos y los defensores de los derechos de los niños continúan luchando por proteger los valores y las creencias fundamentales que han sustentado a la nación durante siglos.
La respuesta de Trump
El ex presidente Donald Trump lanzó una fuerte crítica contra el actual presidente Joe Biden en respuesta a su declaración designando el Domingo de Pascua como el «Día de la Visibilidad Trans». En un acto de campaña en Wisconsin, Trump sugirió que el día de las elecciones de noviembre (día 5) se conocerá como el «Día de la Visibilidad Cristiana», con la esperanza de que los cristianos se movilicen en masa para derrotar a Biden.
Durante su discurso en Green Bay, Trump expresó su indignación por la decisión de Biden, calificándola de una falta total de respeto hacia los cristianos. «¿En qué diablos estaba pensando Biden cuando declaró el Domingo de Pascua como el ‘Día de la Visibilidad Trans’?», cuestionó Trump ante una multitud entusiasta.
La campaña de Trump había emitido previamente una declaración condenando la proclamación de Biden, describiéndola como espantosa e insultante. Karoline Leavitt, secretaria de prensa nacional de la campaña de Trump, expresó su consternación por la decisión de la Casa Blanca de prohibir los diseños de huevos religiosos en el evento artístico de Pascua y de formalizar el Domingo de Pascua como el «Día de la Visibilidad Trans».
El equipo de campaña de Trump hizo un llamado a la administración de Biden para que se disculpara con los millones de católicos y cristianos en Estados Unidos que consideran que el Domingo de Pascua es una celebración única: la resurrección de Jesucristo.
En un intento por contrarrestar la declaración de Biden, Trump propuso el establecimiento del «Día de la Visibilidad Cristiana» el 5 de noviembre, con la esperanza de que los cristianos se movilicen en masa para expresar su descontento y su apoyo a valores tradicionales. La propuesta de Trump refleja la creciente división en la sociedad estadounidense sobre cuestiones relacionadas con la identidad de género y la religión, y sugiere que estas controversias seguirán siendo un tema candente en la política estadounidense.
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