Todos los años, con ocasión de la celebración litúrgica del Domingo de Ramos, vemos aparecer en la Plaza de San Pedro y en las manos del Santo Padre y de los cardenales concelebrantes, los "Parmureli", las ramas de palmas tejidas según un sistema antiguo y complejo que se utilizaran para aclamar la entrada de Jesús en Jerusalén. Aquí la historia de esta antigua y no tan conocida tradición que se renueva cada año desde tiempos del Papa Sixto V.