Monseñor Gabriele Caccia, Observador de la Santa Sede en la ONU, intervino en Nueva York durante la 78ª sesión de la Asamblea General: una nueva convención sobre el tema contiene "garantías adecuadas" para evitar posibles conflictos con el deber de los Estados de apoyar el derecho a la vida, a prevenir la tortura y a respetar otros derechos humanos fundamentales.