Obispo Donald Kettler: Respondiendo a la llamada de María a la conversión

Obispo Donald Kettler: Respondiendo a la llamada de María a la conversión

Hermanos y hermanas en Cristo,


Por Obispo Donald Kettler

Hace varias semanas, en la Solemnidad de la Anunciación del Señor, me uní al Papa Francisco en la consagración de Ucrania y Rusia al Inmaculado Corazón de María. El Santo Padre lo calificó como un acto espiritual de confianza de los hijos de Dios que “se vuelven hacia su madre, depositando todos sus miedos y dolores en su corazón y abandonándose a ella” para protegernos y velar por nosotros.


Nuestro mundo plagado de conflictos tiene una gran necesidad del cuidado amoroso y la presencia pacífica de la Santísima Madre. También la necesitamos en nuestras propias vidas, cuando enfrentamos pruebas y luchas diarias. A través de todo, María nos ofrece esperanza y nos ayuda a acercarnos más a su Hijo. Ella nos muestra lo que significa confiar en Dios y vivir una vida de santidad.


Cuando el ángel Gabriel vino a María para anunciarle que Dios la había elegido para tener un hijo, Jesús, el Hijo de Dios, ella estaba al principio preocupada y confundida por las palabras del ángel. Pero él le dijo: “María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios” (Lucas 1:30). Este es el plan de Dios, y nada es imposible para Dios. María valientemente dijo “sí” a la voluntad de Dios para ella. Ella es el modelo del verdadero discipulado, que nos recuerda, como dijo a los servidores de las Bodas de Caná, “hagan todo lo que él les diga” (Juan 2:5).


Decir “sí” a la voluntad de Dios y responder a su llamado al discipulado en nuestras propias vidas requiere un valor similar. Requiere una conversión de corazón, una que nos lleve a fomentar la paz en nuestras familias y comunidades, a cuidar mejor a nuestro prójimo y a vivir el mensaje del Evangelio en todos los aspectos de nuestras vidas.


Este nivel de conversión requiere un compromiso de oración regular y participación en los sacramentos, particularmente la Eucaristía. El mes de Mayo es un tiempo en el que honramos a María de manera especial; por lo tanto, los invito a rezar el Rosario durante este mes, especialmente si es nuevo para ustedes o no ha sido parte habitual de su vida espiritual. Enfocada en los eventos de la vida de Cristo, esta oración basada en las Escrituras ofrece abundantes gracias. Para mí, la repetición de la oración me anima a la contemplación y me ayuda a estar más abierto a escuchar lo que el Espíritu me llama a hacer en mi vida. Pueden rezarlo solos o en grupo y elegir una intención especial. También pueden elegir qué conjunto de misterios orar: gozoso, doloroso, glorioso, luminoso.


Este mes, volvámonos a María de manera especial como un modelo espiritual a imitar y como una madre amorosa que trae fielmente todos nuestros cuidados y preocupaciones a su Hijo, Jesús, nuestro Redentor y Salvador.


+ Sinceramente suyo en Cristo,

Donald J. Kettler


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