El Secretario de Estado celebra la misa en la explanada del Parlamento de Kinshasa, acto central del viaje a la República Democrática del Congo. Unas 100.000 personas estuvieron presentes para recibir al cardenal con cantos y bailes. El cardenal hizo un llamamiento a trabajar por la estabilidad del país: "Dios nos llama a mirar el futuro unidos, superando toda división étnica y de grupo de pertenencia".