El arzobispo de Lima destacó la grandeza del Señor para acompañar a la humanidad y promover, pedagógicamente, una educación basada en la reflexión y el compartir experiencias. En su homilía del domingo, reiteró que como Iglesia tenemos la misión de no despreciar la sabiduría del pueblo sencillo y escuchar en su clamor al Dios que nos ama.