Al final de su visita al Caribe, el presidente de la Academia Pontificia para la Vida recuerda las miradas de las madres y los niños que encontró en el país. "Muchos -subraya el prelado- me pidieron: dile al Papa que venga a visitarnos, al menos nos da esperanza. Si el Pontífice viene, al menos el mundo se dará cuenta de lo que estamos viviendo".